La lubricación es una parte importante de los procesos industriales, ya que ayuda a reducir el desgaste y la fricción entre las partes móviles. Si este proceso no se realiza correctamente, puede provocar una serie de problemas, como el desgaste prematuro de las partes, la acumulación de polvo y suciedad, el sobrecalentamiento de los componentes y la reducción de la vida útil de los equipos.
Una mala lubricación también puede provocar una serie de peligros para la seguridad. Los equipos pueden sobrecalentarse y provocar incendios, explosiones o derrames de líquidos inflamables. Además, el desgaste prematuro de las partes puede provocar la rotura de los componentes, lo que puede causar lesiones a los trabajadores.
La mala realización de este proceso también puede afectar la productividad de la empresa. Los equipos pueden funcionar con menor eficiencia, lo que puede provocar una disminución en la producción. También esto puede aumentar los costos de operación, ya que los equipos pueden necesitar un mantenimiento más frecuente.
Por último, también puede afectar la calidad de los productos, puesto que los equipos pueden producir productos defectuosos o de baja calidad, lo que puede provocar la disminución de las ventas y la pérdida de clientes. Es por esto, que si se quieren evitar estos peligros y contratiempos se quieren evitar, es importante que se realice una lubricación constante y correcta.